Podéis ver el video signado en el siguiente enlace:
Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas 2019
Por quinto año consecutivo, se celebra en España el Día Nacional de las
Lenguas de Signos Españolas. Esta fecha se adoptó en 2014 en Consejo de
Ministros, y desde entonces se celebra cada 14 de junio porque ese mismo día
de 1936, se constituyó la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE),
entidad que junto a su red asociativa ha hecho posible que estas lenguas, la
lengua de signos española y la catalana, sean valoradas en la sociedad como
lenguas de cultura, lenguas de comunicación, lenguas tan válidas como
cualquier otra para transmitir ideas, acceder al conocimiento, avanzar hacia la
igualdad, y construir ciudadanía. Meses después, en abril de 2015, una
resolución de la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad publicaba
dicho acuerdo del Consejo de Ministros.
En la actualidad, existen referencias expresas a la lengua de signos en los
Estatutos de Autonomía de Andalucía, Aragón, Castilla y León, Comunidad
Valenciana, Extremadura, Baleares, Cataluña, y Canarias. Asimismo, la lengua
de signos española y la lengua de signos catalana son lenguas reconocidas a
nivel estatal por la ley 27/2007. Por su parte, Cataluña cuenta con la ley
17/2010 de la lengua de signos catalana, y Andalucía con la ley 11/2011, por la
que se regula el uso de la lengua de signos española en esta comunidad
autónoma.
En octubre de 2018, el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, proponía declarar la lengua de signos española y
la lengua de signos catalana y sus expresiones culturales, como bienes del
Patrimonio Cultural Inmaterial de España. Un procedimiento que culminará con
la elaboración de un Real Decreto que obliga a su salvaguarda, y por tanto, a
su difusión, transmisión, documentación, investigación, preservación,
protección, promoción, valorización y revitalización.
Poco después, el Parlamento Europeo daba luz verde a una resolución sobre las
normas mínimas para las minorías en la Unión Europea que entre otras
cuestiones, promueve que “se conceda a las lenguas de signos el estatus de
lenguas oficiales”, al considerar que “una de cada mil personas utiliza la lengua
de signos nacional como su primera lengua”. La resolución insta a los Gobiernos
de cada país a prestar especial atención a las personas sordas, pues como
“miembros de una minoría lingüística que son, tienen derecho a la educación en
lengua de signos, por ser ésta vital para preservar su identidad cultural y
lingüística”.
Por su parte, el Comité Permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo
de Europa (PACE) celebrado en Helsinki, aprobaba por unanimidad una
resolución sobre la protección y promoción de las lenguas de signos de Europa
que insta a los Estados a fomentar su uso en todos los ámbitos, de tal modo
que las personas sordas puedan ejercer sus derechos fundamentales. La
resolución parte de un enfoque lingüístico y antropológico de las lenguas de
signos y sus comunidades, y subraya su indiscutible influencia en la
construcción de la identidad sorda y la cultura sorda. A su vez, define a las
lenguas de signos como un derecho en sí mismo de las personas sordas, que
posibilita la consecución de muchos otros derechos fundamentales como el
derecho a la educación, al empleo, a la formación, o a la participación.
Recientemente, el Comité de Ministros del Consejo de Europa hacía público un
documento inspirado en la resolución aprobada por el PACE, con
consideraciones acerca de la protección y promoción de las lenguas de signos
en Europa, y la importancia de las lenguas de signos como lenguas naturales de
las personas sordas. El citado documento pone de manifiesto que la educación
plurilingüe y la riqueza de recursos producidos por el Consejo de Europa a este
respecto, pueden contribuir a la inclusión de las personas sordas, a la
promoción y mejora de la enseñanza de las lenguas de signos, y al aprendizaje
de las lenguas de signos no solo por parte de las niñas y niños sordos, sino
también por sus compañeros y compañeras, maestros y familias.
Porque con las lenguas de signos, un bebé que aún no habla puede
comunicarse con su madre. Un niño que va por primera vez al colegio puede
hacer amigos y amigas, aprender a leer y escribir, a sumar, a restar…imaginar
qué quiere ser de mayor. Un abuelo, contar un cuento a sus nietas y nietos.
Dos hermanas, jugar. El alumnado sordo seguir sus clases, estudiar idiomas,
cursar los estudios que desee, y formarse para encontrar un empleo. Porque
con las lenguas de signos cualquier persona puede aprehender el mundo,
comprenderlo. Y comprenderse a sí misma y a los demás. Y como con cualquier
otra lengua, desarrollar tu propio lenguaje interior, tu lenguaje social para ser y
estar en el mundo.
Un mundo donde todo está conectado, donde la vida es interdependiente,
donde poco importa si somos uno o un millón. Donde la diversidad lingüística,
su reconocimiento y su ejercicio son una necesidad para vivir en una sociedad
justa, digna, diversa y democrática. Quienes usamos la lengua de signos
española y catalana conformamos una minoría lingüística y cultural, y nuestros
derechos han de verse garantizados. Como los del resto.
Es tiempo de avanzar en la protección jurídica de las lenguas de signos. Tiempo
de:
– Incorporar las lenguas de signos españolas en el artículo 3 de la
Constitución Española al mismo nivel que el resto de lenguas del Estado.
– Incluir la lengua de signos española y la lengua de signos catalana bajo
la protección de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o
Minoritarias.
– Elaborar la Estrategia Nacional sobre enseñanza, uso, protección y
promoción de las lenguas de signos españolas.
– Introducir el uso de las lenguas de signos españolas como causa
especifica de discriminación en cualquier legislación sobre igualdad y no
discriminación.
– Contemplar las lenguas de signos españolas de manera trasversal en
cualquier tipo de legislación.
– La consideración de las lenguas de signos españolas desde la perspectiva
de los derechos lingüísticos.
Es tiempo de construir. Es tiempo de ser libres.